miércoles, 4 de mayo de 2011

Artículo. Efectos de su muerte

Efectos tras muerte de Osama Bin Laden

El líder del grupo terrorista Al Qaeda murió luego de que fuerzas especiales de Estados Unidos lograran encontrarlo en una pequeña localidad de Paquistán. ¿Qué significa esto?
 
La muerte de Osama Bin Laden tiene un sin fin de lecturas y se pueden realizar diversas conclusiones a partir de un hecho tan relevante como este. Sin embargo, ya se pueden establecer algunas reflexiones y/o claves que se han generado tras el adiós forzado de este influyente líder fundamentalista.
 
Alerta máxima en el mundo
Apenas conocida la noticia de la muerte de Osama Bin Laden, el gobierno de Estados Unidos inmediatamente pidió a sus ciudadanos que eviten viajar y, en paralelo, aseguró que habrá gran despliegue de seguridad en embajadas y lugares públicos como puentes, aeropuertos y edificios gubernamentales. Esta postura seguramente será compartida por la mayoría de los estados europeos, especialmente Alemania, Francia, Inglaterra e Italia. Durante la última semana se dio a conocer un cable de Wikileaks en el cual se aseguraba que Al Qaeda tiene una bomba nuclear en alguna parte de Europa y que ésta sería detonada en caso que Osama Bin Laden fuese detenido o muerto. Es por eso que el estado de alerta debe ser muy grande. Las probabilidades de un gran atentado en Occidente son reales.
Las represalias de Al Qaeda
En su discurso de anoche, el Presidente Barack Obama fue muy claro y contundente. Dio a entender que Osama Bin Laden ha muerto, pero que Al Qaeda sigue con vida y que, por lo mismo, se esperan los ataques de venganza por parte de esta organización terrorista. Los blancos de posibles atentados pueden ser muy amplios, pero se supone que Estados Unidos y la Unión Europea deberían ser los objetivos principales.
Alboroto en países con influencia de Al Qaeda
Justo antes de la muerte de Osama Bin Laden, los talibanes habían anunciado que darían inicio a una serie de ataques muy poderosos en Afganistán. Tras lo acontecido con el principal líder de Al Qaeda, queda claro que las agresiones serán aún más potentes. Quienes apoyen a los fundamentalistas islámicos, ya sea activamente o en forma pasiva, no dejarán pasar la oportunidad de alzarse y realizar ataques o atentados en los países donde cuentan con gran poder. Es el caso de Afganistán, Paquistán, India, Indonesia, Yemen, Somalía, Malí y Argelia. A eso se suman el África saheliana y zonas de Sudán.
El mapa político mundial cambiará
No queda duda que un posible ataque terrorista de grandes proporciones, como respuesta a la muerte de Osama Bin Laden, podría provocar un quiebre en el actual juego político. En caso que aquello ocurriese, sería bastante factible ver a algunos países árabes, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Jordania, por dar algunos ejemplos, uniéndose a Occidente en la cruzada anti-terrorista. Sin embargo, otros, como Libia y Siria, además de la acéfala Somalía y, quizás, Sudán, bien podrían irse al lado de los fundamentalistas.
Fuera de la órbita árabe, a Irán no le desagradaría la posibilidad de hacer sentir su poder, no sólo ante Europa y Estados Unidos, sino que también frente al mundo árabe, a quien le ha dicho, hace muy poco, que el “Golfo Pérsico es de Irán y no de los árabes”. En cuanto a Estados Unidos y, principalmente, Europa, deberán acercarse al mundo árabe-musulmán y esto les significaría, posiblemente, realizar concesiones que en otros momentos jamás habrían realizado. En cuanto a la situación específica de la Unión Europea, sus gobiernos deberán ser muy cautos, pues la existente Islamofobia puede pasar a ser un problema demasiado importante. Un mal manejo de esta realidad podría traer nefastas consecuencias para el Viejo Continente.
El nuevo líder de Al Qaeda
Según se especula, el principal candidato a reemplazar a Osama Bin Laden en su puesto sería el egipcio Ayman Al Zawahiri, un médico que ha trabajado en forma muy cercana con el recientemente muerto Bin Laden. Hace unos meses, Zawahiri había hecho un llamado a los egipcios para formar una teocracía en su país.

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Estados Unidos se consolida como potencia
Más allá de la colaboración de los servicios secretos paquistaníes, con la muerte de Osama Bin Laden queda demostrado, nuevamente, que Estados Unidos sigue siendo una gran fuerza en asuntos de seguridad, espionaje y de fuerzas especiales. En la medida que el gobierno estadounidense sigue actuando con aliados estratégicos, pueden haber buenos resultados en materia de seguridad y de lucha contra el terrorismo.

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